Nuestras mascotas, al igual que nosotros, pueden sufrir estrés. Aunque a veces pensemos que lo tienen todo: comida, casa, mimos… lo cierto es que el estrés animal es más común de lo que parece, y puede afectar seriamente a su salud y comportamiento.

Ya sea por cambios en la rutina, la llegada de un nuevo miembro a la familia, ruidos fuertes o simplemente una mala gestión de su energía diaria, el estrés puede manifestarse de muchas maneras: ladridos o maullidos excesivos, comportamientos destructivos, apatía, lamidos compulsivos, problemas digestivos, entre otros.

La buena noticia es que existen formas naturales de ayudar a tu peludo a relajarse y sentirse más equilibrado. Hoy en Mascota Lover te contamos cinco estrategias efectivas, sencillas y respetuosas para reducir el estrés de tu mascota sin necesidad de medicamentos.


1. Rutinas estables y predecibles

Las mascotas, especialmente los perros y gatos, son animales de costumbres. Les gusta saber qué esperar en su día a día. Los cambios bruscos o la falta de rutina pueden generarles inseguridad, y por tanto, estrés.

Algunos ejemplos de situaciones estresantes pueden ser:

  • Cambios de casa o de mobiliario
  • Vacaciones o ausencias prolongadas
  • Llegadas de nuevos animales o personas al hogar
  • Cambios de horarios en los paseos o comidas

¿Cómo puedes ayudar de forma natural?
Establece una rutina clara para sus comidas, paseos, juego y descanso. No hace falta que sea milimétricamente igual cada día, pero sí que haya una estructura reconocible. Los paseos a las mismas horas, la comida en el mismo lugar y un espacio tranquilo para descansar son clave.

Consejo extra: Si vas a hacer un cambio (por ejemplo, mudarte o introducir a un nuevo miembro en casa), anticipa el cambio de forma gradual, deja que explore a su ritmo y acompáñalo con palabras suaves y refuerzos positivos.


2. Ejercicio físico y estimulación mental

El estrés también aparece cuando una mascota tiene demasiada energía acumulada y no tiene cómo canalizarla. Esto es especialmente común en perros jóvenes, razas activas y gatos de interior.

Un perro que no pasea lo suficiente, o un gato que no juega, puede terminar desarrollando conductas ansiosas o destructivas.

¿Qué puedes hacer?

  • Aumenta el tiempo de paseo y permite que tu perro huela, explore, socialice.
  • Introduce juegos de inteligencia como alfombras olfativas, juguetes interactivos o sesiones de adiestramiento positivo.
  • En gatos, apuesta por juguetes con plumas, láser, rascadores verticales y horizontales, estanterías o torres para trepar.

Lo importante: cada especie (y cada individuo) necesita un tipo de actividad. Observarlo y adaptarte a sus gustos y nivel de energía es fundamental para encontrar el equilibrio.


3. Aromaterapia y feromonas naturales

La naturaleza nos brinda herramientas muy potentes para calmar tanto a humanos como a animales. Uno de los métodos más eficaces para reducir el estrés de forma natural es el uso de esencias y feromonas.

¿Cómo funciona esto?
Ciertos olores tienen la capacidad de activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación. En el caso de los animales, se ha demostrado que algunos aromas y feromonas replican señales de calma o seguridad.

Opciones naturales para reducir el estrés:

  • Feromonas sintéticas: Hay difusores y sprays que imitan las feromonas apaciguadoras que emiten las madres perras o gatas cuando cuidan de sus crías. No tienen olor para nosotros, pero para ellos resultan muy reconfortantes.
  • Aceites esenciales (usados con precaución): Algunos aceites como la lavanda, la manzanilla o el incienso (frankincense) pueden ayudar a reducir la ansiedad. Eso sí, siempre deben usarse diluidos, en difusores, y nunca aplicados directamente sobre la mascota.
  • Hierba gatera (catnip): En gatos, tiene un efecto eufórico y relajante según la dosis y la sensibilidad del animal. Puede ayudar a que se desestresen jugando o frotándose.

Importante: Antes de usar cualquier aroma o esencia, asegúrate de que sea seguro para su especie, y nunca los obligues a permanecer en un espacio cerrado con aromas fuertes. Siempre deben poder alejarse si lo desean.


4. Contacto, caricias y vínculo emocional

El estrés también disminuye con el afecto sincero y el contacto físico. Muchos estudios han demostrado que las caricias regulares, el tono de voz suave y el tiempo de calidad con sus humanos ayudan a disminuir los niveles de cortisol (hormona del estrés) en perros y gatos.

Pero atención: no todas las mascotas necesitan lo mismo. Algunos animales disfrutan de largos momentos de mimos y cepillado, otros prefieren la cercanía pero sin contacto físico constante.

¿Qué puedes hacer?

  • Dedica todos los días al menos 10-15 minutos exclusivos para tu mascota: sin móvil, sin prisas, solo para compartir tiempo de calidad.
  • Aprende a leer su lenguaje corporal. Si se retira, bosteza o aparta la cabeza, quizá ese no sea el momento para caricias.
  • Prueba con sesiones de masaje relajante, especialmente en zonas como el cuello, detrás de las orejas, lomo y patas. Si lo haces con suavidad, puede convertirse en un momento de gran conexión y calma.

Consejo adicional: Tu energía también se transmite. Si tú estás estresado, tu mascota lo percibe. Intenta hacer ejercicios de respiración mientras estás con ella para que ambos os beneficiéis del momento.


5. Alimentación y suplementos naturales

Una dieta equilibrada no solo afecta a la salud física, sino también al estado de ánimo y al sistema nervioso de tu mascota. Algunos alimentos y suplementos pueden ayudar a reducir el estrés de forma natural.

Opciones recomendadas:

  • Triptófano: aminoácido precursor de la serotonina, ayuda a regular el estado de ánimo.
  • Omega 3: ácidos grasos con propiedades antiinflamatorias y beneficiosas para el sistema nervioso.
  • Suplementos naturales con ingredientes como valeriana, pasiflora, melisa o L-teanina, especialmente formulados para animales.

Consejo: Nunca des suplementos por tu cuenta. Consulta con un veterinario integrativo o especialista en nutrición animal para que te recomiende productos adecuados, naturales y seguros para tu peludo.

Además, asegúrate de que su dieta base sea equilibrada, de buena calidad y adaptada a sus necesidades. Una carencia nutricional puede generar irritabilidad, hiperactividad o ansiedad.


Bonus: Ambiente relajante

Además de los cinco puntos anteriores, puedes complementar el entorno de tu mascota para que sea un refugio de paz. Aquí algunas ideas sencillas:

  • Pon música suave o sonidos de la naturaleza cuando esté solo.
  • Crea una zona segura y tranquila, donde pueda retirarse a descansar sin interrupciones.
  • Evita gritos, castigos, ambientes tensos o sobreestimulantes.
  • Si hay niños en casa, enséñales a respetar los momentos de calma de la mascota.

Conclusión

El estrés en mascotas es real, pero con un poco de observación, cariño y recursos naturales, puedes ayudarles a sentirse más tranquilos, seguros y felices.

Cada animal es único. Lo que relaja a uno puede no funcionar en otro. Por eso, lo más importante es conocerl@, escuchar sus señales y actuar con empatía.

En Mascota Lover creemos que una mascota equilibrada es una mascota feliz, y que los métodos naturales deben ser siempre la primera opción antes de recurrir a soluciones farmacológicas.

¿Tu peludo ha pasado por momentos de estrés? ¿Qué te ha funcionado mejor? ¡Déjanos tu experiencia en los comentarios y ayudemos entre todos a más mascotas a vivir con calma y amor!